EL
MUNDO
24 abril
2018
Sanidad
abre la mano con la homeopatía pese a las críticas de las Autonomías: "No
son medicamentos"
Cristina G. Lucio
Tras años de limbo legal y en plena
polémica por su uso, Sanidad ha decidido regular el registro, la autorización y
la comercialización de los productos homeopáticos. Dolors
Montserrat presentó ayer en el Consejo Interterritorial
de Salud un borrador de la orden que marcará la pauta para legalizar estos
artículos que carecen de evidencia científica.
El documento ha provocado la protesta de varios
representantes de las Comunidades Autónomas que, pese a la aprobación,
anunciaron su rechazo a un proyecto que consideran demasiado laxo y benévolo
con la industria de la homeopatía, una disciplina que tanto la Organización Médica
Colegial como la Real Academia Nacional de Farmacia consideran una
pseudociencia sin eficacia terapéutica alguna.
"La homeopatía no cura y tenemos la obligación como
administración de comunicárselo a la ciudadanía", ha opinado Carmen
Montón, consejera de Sanidad valenciana, tras la reunión.
La regulación, que ya emprendió y posteriormente abandonó
Ana Mato durante su mandato, responde, según Sanidad, a la obligación de
trasponer una directiva europea y pretende "poner fin a la situación de
transitoriedad en la que se encuentran los medicamentos homeopáticos", tal
y como señala el borrador presentado.
Sin embargo, los consejeros de la Comunidad Valenciana,
Asturias, Extremadura o Cantabria, entre otros, consideran que el proyecto
puede servir de sostén para la pseudociencia. Estas Comunidades Autónomas
habían pedido a Sanidad un endurecimiento de la normativa que conllevara una
retirada de los productos homeopáticos no autorizados.
En otras palabras, que fuese valiente y que luchara por
tener una postura distinta a la europea y alineada con la evidencia científica
y que se deje de considerar como medicamentos a estos productos, que el propio
documento permite que se sigan vendiendo en el circuito sanitario bajo la
consideración de medicamento sin indicación terapéutica. "Supone abrir un
camino fácil para que la homeopatía entre en las farmacias", ha apuntado
Montón.
Antes de entrar en la reunión, el consejero de Sanidad y
Políticas Sociales de Extremadura, José María Vergeles, subrayó que la homeopatía
no debe considerarse un medicamento, ya que no ha superado ensayos clínicos que
demuestren su eficacia, por lo que instó a la Agencia del Medicamento a
"no engañar" a la población. "Clasificar un medicamento como
medicamento requiere una serie de procedimientos, realizar ensayos clínicos...
mientras no los tenga no se puede considerar medicamento. Ni homeopático ni de
ninguna clase", subrayó.
A día de hoy, los productos homeopáticos en España se
regulan por varios reales decretos que, en realidad, han supuesto que la
comercialización de los productos se sitúe en un limbo legal.
En 1990, la ley 25/1990 de 20 de diciembre incluyó por
primera vez a la homeopatía en la categoría de medicamentos. Cuatro años
después, el Real Decreto 2208/1994 de 16 de noviembre abrió la puerta a la
comercialización de productos sin indicación terapéutica a través de un proceso
de registro simplificado. Y a este procedimiento se acogieron unos 19.000
productos homeopáticos, lo que colapsó el procedimiento de admisiones. La norma
señalaba que, ante el silencio administrativo, las solicitudes se darían por
denegadas, pero los productos continuaron en el mercado.
En 2007, un nuevo Real Decreto establecía que los
medicamentos acogidos a la normativa de 1994 debían comunicar a la Agencia
Española del Medicamento (AEMPS) la intención de adecuarse a una nueva
regulación en un plazo de tres meses desde la entrada en vigor de la misma.
Según lo previsto, la AEMPS sometería entonces a estos productos a una
evaluación de sus beneficios y riesgos, pero esto tampoco se llevó a cabo.
La intención del nuevo proyecto de Sanidad es que la
industria se adecue a la normativa de 2007 y, en un plazo de tres meses,
soliciten su autorización. Presumiblemente, muchos de ellos lo harían a través
de una fórmula que incluía el decreto de 1994: la posibilidad de clasificarse
como medicamento sin indicaciones terapéuticas.
Tras la solicitud, en un plazo de unos meses, la AEMPS
también debería pronunciarse al respecto. Y, por el momento, no ha trascendido cuáles
son los requisitos que se solicitarán.
Pero la posibilidad de que se abra la vía a una legalización
de la homeopatía ha generado duras críticas. Por ejemplo, Ciudadanos ya ha
presentado varias preguntas al Gobierno que plantean dudas sobre el sentido que
tiene comercializar productos como medicamentos si no tienen ninguna indicación
terapéutica.
En la misma línea, la consejera de Sanidad de la Comunidad
Valenciana, Carmen Montón, también ha denunciado el "descontrol" del
mercado y ha rechazado la posible 'amnistía fiscal' de la que podrían
beneficiarse las compañías homeopáticas, que no han pagado en estos años las
tasas de comercialización de cada uno de sus productos (sólo por 'familias' de
fármacos).
También la Asociación para Proteger al Enfermo de Terapias Pseudocientíficas denunció recientemente "el trato de
favor y la sobreprotección tácita" que ha recibido la homeopatía desde los
años 90, y "el agravio comparativo frente a los medicamentos propiamente
dichos", que deben cumplir una serie de requisitos y demostraciones para
obtener una autorización de comercialización en España.